El Mejor Cerdo al Horno

Precalentar el horno a 350°F/180°C.

Retirar el exceso de grasita que tenga por fuera el corte.

Realizar una serie de cortes con la punta de un cuchillo, a lo largo de ambos lados del cerdo. Esto es necesario para poder incrustar los ajos en la carne.

Salpimentar por ambos lados.

Colocar todos los ajos partidos a la mitad en los huecos realizados con la punta del cuchillo. Tratar de que queden bien profundos, pues el ajo se cocinará dentro del cerdo y le dará un sabor espectacular.

En una bandeja amplia, colocar, primero, papel encerado o un silpad. Encima, colocar suficiente papel aluminio que permita envolver el cerdo (yo tuve que utilizar dos pliegos del mismo tamaño porque, por el ancho, no me permitía envolver el cerdo y cubrirlo por completo.

En un tazón con profundidad, verter todos los ingredientes del adobo (miel, mostaza, vinagre balsámico, ajos picados, comino, jengibre y al final la cerveza. Mezclar bien.

Colocar el cerdo encima del papel aluminio y verter ¼ parte del adobo sobre el cerdo.

Colocar las ramas de romero (o tomillo) sobre el cerdo.

Envolver bien la carne (ver video), para lograr que todo el calor y los jugos se concentren, y llevar al horno por 3 horas, sin tocar ni hacerle absolutamente nada.

45 minutos antes de que esté el cerdo, colocar el resto del adobo en una ollita, revolver constantemente y dejar que hierva. Una vez que hierve, bajar el fuego al mínimo y mantenerlo por 30 minutos para que se reduzca y quede más untuoso. Es importante que estén atentos a esta salsa, porque, al tener cerveza, genera espuma y se puede regar. Con estar moviéndolo constantemente, está más que bien.

Pasar la salsa por un colador para retirar los trozos de jengibre y el ajo.

Pasadas las 3 horas, retirar del horno el cerdo, teniendo mucho cuidado al abrir el papel aluminio, pues va a brotar todo el calor concentrado en el cerdo.

Retirar las ramas de romero o tomillo y pasar el cerdo a un platón con buen espacio.

Verter la salsa reducida sobre el cerdo ya emplatado, y, si gustan, guardar un poquito para colocar sobre los medallones que vayan a partir.