Tortipizza

Encendemos el horno y lo ponemos en modo “broil” o “asar” a temperatura alta (High).

Vamos a utilizar una sartén que pueda meterse al horno.

Calentamos la sartén a fuego medio, y colocamos el aceite saborizado (ajo y perejil procesados y cubiertos con aceite vegetal), y, con la ayuda de una brocha, esparcimos el aceite por toda la base de la sartén.

Colocamos la tortilla por 10 segundos y le damos vuelta y la dejamos por el mismo tiempo. Lo que busco es que la tortilla se impregne del sabor del aceite.

Ahí mismo, empezamos a formar la pizza: colocamos el tomate cortado a la mitad por toda la tortilla y salpimentamos un poco; luego el queso rallado, asegurándonos que se salga de la misma, tocando la sartén, para que se haga un borde crujiente y doradito (ver video).

Añadimos el salame bien esparcido y las hojas de salvia.

El fuego debe estar controlado para que no se nos queme el queso.

Llevamos la sartén (ojo que tiene que ser una sartén que resista el calor del horno) al horno por 4-5 minutos (depende mucho de la calibración de su horno), buscando que el queso se termine de derretir, la tortilla se tueste un poco y todos los sabores se integren.

Retiramos del fuego con mucho cuidado de no quemarnos (utilizar guante o paño para sujetar la manga de la sartén).

Separamos la pizza de la sartén con la ayuda de un cuchillo (las orillas estarán pegaditas porque el queso se tuesta un poco.

Separamos la pizza de la sartén con la ayuda de un cuchillo (las orillas estarán pegaditas porque el queso se tuesta un poco.